sábado, 25 de octubre de 2014

fotos desordenadas

proteas en el mercado de flores de toronto

flores secas

peonias

el remate de las flores en el mercado

más refrigeradores llenos de flores

acá venden de todo

animalitos navideños

alfombra de musgo

el 108 de blecker street

me corté sola y me fui a almorzar con los patos

tulipanes en un arreglo
desayuno

domingo, 19 de octubre de 2014

fin de semana



Este fin de semana turisteamos.
Ayer, nos fuimos temprano con las bicis con la misión de llegar hasta el jardín botánico de Toronto, pero también una actitud muy relajada de parar por cualquier pavada que se nos ocurriera en el camino hasta allá.

 
 


Así fue que nos pasamos todo el día arriba de las bicis recorriendo parques y barrios hermosos. El otoño está en todo su esplendor, y después de una lluviecita que cayó mientras nos comiámos un sándwich refugiados en un café del jardín botánico, la temperatura bajó muchísimo. Sin embargo, ni el frío cambió nuestros planes y nada nos impidió pararnos varias veces en el camino de vuelta, a elegir la mejor hojita de hacer que pudiéramos encontrar en el suelo.

 
 
 

La verdad es que basta tomarse 15 o 20 minutos para alejarse del centro y que Toronto se vuelva hermoso. Con todas casitas preciosas con decoraciones alegóricas a Halloween, algunas muy elaboradas.

en el jardín botánico

 
 
 

La mejor decoración, leeejos
 
 


Comprar las bicis es lo mejor que pudimos hacer, el paseo de ayer fue el más lindo hasta ahora.
Hoy fuimos a las cataras del Niágara, con un tour prefabricado que incluía que nos pasaran a buscar por la puerta de casa.
El viaje fue raro, el conductor hablaba extraño así que yo no entendía nada y Pablo me hacía la traducción.  Fuimos primero a algunos puntos panorámicos y después a Niagara on the Lake, que es una pequeña ciudad, muuuy pequeña, donde nos dejaron un rato para recorrer la calle principal, todo muy villa la angostura. En todo el mundo venden las mismas cosas parece. Excepto por algunas cosas de acer y la versión bizarra que tienen acá de las manzanitas acarameladas.
Manzanas con LO QUE SEA
Merchandising de Downton Abbey, quiero todo.

Después de eso nos llevaron a ver el reloj floral. La verdad que los que arman las excursiones son unos caraduras, no da para llevarte a ver eso, pero bueno, ahí  fuimos, en un reloj, todo lleno de flores (o plantitas sin flores en este caso), que arman los chicos del colegio de horticultura de Ontario.


En el camino sin embargo vimos algo por lo que valía mucho más la pena parara y obviamente no lo hicimos: la iglesia más chiquita del mundo. Es una capillita en la que entran 6 personas, hermosa!!! Pasamos tan rápido que ni foto le pudimos sacar, pero era muy bonita y  nos dijeron que hay misa los domingos y a veces casamientos.
Luego del fiasco del reloj nos llevaron a la atracción principal, las cataratas. Nos hicieron emponchar a todos con nylon y nosotros pensamos que era una exageración pero no, porque después cayó tanta agua sobre nosotros  que era como si nos estuvieran tirando baldazos.
 
 
 
 
 


Fue una experiencia muy divertida, las cataratas no son muy altas pero la cantidad de agua que cae es impresionante.
Después de eso nos dieron tiempo para dar una vuelta por el lugar, que para nuestra sorpresa, era una especie de miniatura de las vegas, con casinos, cines, mini golf. Terrible, en vez de aprovechar el marco natural para hacer algo hermoso, hicieron esa cosa. Era tan grotesco que nos divertimos paseando y mirando los carteles que se mueven y hablan.



Ahí se acabó el paseo pero no el viaje, porque la vuelta fue larguísima, pero dormimos y nos dejó de nuevo en la puerta de casa.
Por suerte, a pesar del clima, pudimos aprovechar todo el fin de semana y descubrimos algunos atractivos de la ciudad que nos hacen sentir mucho mejor respecto de las dos semanas que todavía nos quedan acá.
Por medio de un compañero de Pablo conocimos a algunos argentinos que viven acá y estamos planeando alquilar un auto para ir a Quebec el fin de semana que viene, porque ya que vinimos hasta acá, las de turista, hay que hacerlas todas.